‘Pedro’: Un documental para entender qué sucede cuando alguien se encuentra con su ídolo

Conocido principalmente por haber creado la “Mano-Silla”, escultura diseñada para sentarse en la palma y usando los dedos como respaldo al igual que descansabrazos, Pedro Friedeberg en realidad ha sobresalido en el complejo mundo del arte como parte de un grupo de artistas surrealistas mexicanos que en cierta época se distinguieron gracias a su irreverencia, así como a su claro rechazo al arte dominante en aquel momento; sus obras han llamado la atención de muchas personas a lo largo de los años, siendo la joven cineasta Liora Spilk una de ellas al haber quedado cautivada por el singular trabajo de este artista desde una edad temprana.

Al encontrarse ante la decisión de hacer una película sobre un artista, la también editora inmediatamente supo que la historia que iba a contar sería una acerca de su artista favorito y así fue cómo surgió Pedro, documental mexicano que tras su exitoso paso por algunos festivales de cine y después de su reciente nominación en la entrega 65 del Premio Ariel en la categoría de Ópera Prima, puede verse en la cartelera comercial desde el 14 de septiembre.

“En realidad hacer esta película fue una excusa para estar cerca de Pedro porque es mi persona favorita en el mundo, es la persona con la que más me divierto y, como digo en la película, estoy enamorada de él, no de la misma manera en que estoy enamorada de mi novio o de un hijo o de un perro, pero en realidad le tengo un amor infinito y pasar un minuto con él, aunque esté enojado o esté contento, es siempre el mejor minuto de mi vida”, dijo Liora Spilk.

“También lo considero mi amigo y no sé él qué piense al respecto pero a lo largo de estos años (haciendo el documental) lo que se creó fue una amistad que le dio a él para soltarse y poder ser él mismo enfrente de la cámara y olvidarse de la cámara para solo estar conmigo en el día a día”, comentó la realizadora en entrevista exclusiva para Crónica Escenario, sobre su motivación para hacer su primer largometraje centrándose en la figura de Friedeberg.

“Mucho de lo que hay de trasfondo de este documental es entender qué sucede cuando alguien se encuentra con su ídolo, Pedro es mi pintor favorito y yo me encontré ante él, muchas veces cuando uno se encuentra ante un monumento es muy difícil ver más allá y me parece que a pesar de que su obra es lo máximo y su personaje público es lo máximo”, expresó.

“Lo más bonito de él es la persona que es, este niño eterno que es por dentro y eso habla como de una época histórica que ya no existe, en donde todavía podemos mantener una cierta inocencia y justo creo que rescatar este personaje más íntimo me parecía mucho más importante que su obra porque probablemente alguien va a ser un documental sobre su obra”, añadió la directora, refiriéndose al enfoque que deseaba darle a su cinta. 

En cierta forma, el artista que protagoniza este filme vive en las historias que cuenta y por eso era importante ofrecer una mirada que fuese más allá de su obra con la intención de tratar de entender a la persona de la cual salen piezas de arte que son fantásticas, entendiendo así que él también es todo eso que ha creado desde su inspiración.

“Fueron diez años de grabar a Pedro desde el 2012 y ha sido el viaje de mi vida, los procesos de hacer documental normalmente son muy largos pero este fue extra largo, un poco por algo que se ve en la película que es mi aprendizaje porque yo creo que al hacer esta película fue que aprendí a hacer documental y ese es el arco que hay, son diez años de aprender a hacer la película y de fallar haciendo la película”, nos dijo la cineasta sobre su propio proceso de aprendizaje mientras grababa.

Ya que tenía una década de material grabado para usar, Liora contaba con muchos momentos más que interesantes para incluirlos en su corte final y uno de los que más recuerda tiene que ver con un viaje a Venecia que hizo junto a su ídolo: “Creo que mi momento favorito con Pedro no quedó en la película, pero él me invitó a Venecia a grabarlo allá en la Bienal y hubo un momento en que ya teníamos que regresarnos al aeropuerto, veníamos de regreso y había una tormenta, entonces no sé qué pasó que todas nuestras maletas se cayeron al canal y estábamos todos como locos, yo casi me aviento a por las maletas al canal y Pedro solo se reía, alguien más agarró una sombrilla y trató de sacar las maletas porque ahí estaba la cámara; creo que los momentos más bonitos que pasa uno haciendo una película no siempre son los que quedan en la pantalla, lo más bonito de hacer una película es cómo se hace la vida misma, especialmente con el documental”, recordó.

Quienes vean Pedro, además de ver a su protagonista en momentos más íntimos y personales frente a la cámara, podrán disfrutar de una interesante secuencia animada que está completamente inspirada en la obra del artista de la cual vale la pena saber más. “Hacer esa secuencia fue un viaje increíble porque fue un proceso súper artesanal, es una animación cuadro por cuadro y el punto era meterte al mundo de Pedro y seguirlo, que es literal de lo que se trata la película, fue un proceso súper lindo porque la técnica que usamos ya no se usa tanto y hace honor a la metodología del trabajo de Pedro”, se refirió Spilk acerca de cómo fue hacer esa parte de su largometraje.

Este documental es muy recomendable para amantes del arte y fans del trabajo de Friedeberg, pero también es una buena opción para ver en su siguiente visita al cine con el pretexto de conocer a un personaje más que interesante.