Este lunes 19 de agosto, el peso mexicano inició la semana con una depreciación significativa frente al dólar, registrando una pérdida de 12 centavos en las primeras horas de la jornada. La moneda nacional cerró en 17.20 pesos por dólar, después de abrir en 17.08, reflejando la volatilidad y la incertidumbre en los mercados financieros globales.
Los analistas atribuyen esta caída a una combinación de factores, entre ellos la persistente inflación en Estados Unidos, que ha impulsado las expectativas de un posible aumento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Además, la aversión al riesgo por parte de los inversionistas, motivada por tensiones geopolíticas y la desaceleración económica en China, también ha jugado un papel crucial en esta jornada.
A pesar del retroceso, el Banco de México se mantiene atento a los movimientos del mercado y ha señalado que continuará monitoreando la situación para tomar las medidas necesarias en caso de ser requerido. Los expertos recomiendan cautela a los inversionistas, ya que el panorama para el peso sigue siendo incierto en el corto plazo.
Con la mirada puesta en los próximos días, los mercados estarán atentos a los nuevos datos económicos y las declaraciones de los principales bancos centrales del mundo, que podrían influir en la dirección del tipo de cambio. Mientras tanto, el peso mexicano enfrenta un inicio de semana complicado, marcado por una alerta económica que podría prolongarse si persisten las condiciones adversas en el escenario internacional.
