Zahara convierte la polémica en arte

La imagen de Zahara vestida como virgen, con un muñeco a un lado y la palabra “PUTA” en una cinta sobre su pecho, era protesta a una sociedad que limita los derechos de las mujeres todos los días. El álbum Puta, cuya portada es la antes descrita, fue una forma de catarsis en la cual la cantante española arrojó sus más grandes sentimientos a partir de los abusos sexuales que vivió en su infancia.

Esto se convirtió en una polémica en los medios de comunicación y en la opinión pública, que en vez de respaldar una lucha contra la estructura machista y patriarcal, pedía la censura de La puta gira y por supuesto del material. Pero Zahara es una artista y supo convertir esta situación en arte.

El pasado 27 de septiembre, en el canal de YouTube de Zahara se estrenó el primer capítulo de “Esto no es un documental”, el cual surge como explicación del sencillo no editado “Esto no es una canción política”, que tras el conflicto generado, narra sin censura “la hipocresía de una sociedad que se proclama libre”.

Zahara cuenta a Crónica Escenario que la portada del disco en cuestión “es una denuncia a la presión que vivimos las mujeres, esa presión por ser vírgenes y santas, y cuando no cumplimos con ese canon somos atacadas”. Ante esto agrega que “resulta tremendo hablar de censura en estos tiempos, es un paso hacia atrás”.

La historia de Puta viene de las emociones más profundas de la cantautora: “Yo llego a sacar este disco para ponerle palabras a las violencias que sufrí en mi infancia, gracias en parte a la terapia, mejor dicho, principalmente a la terapia. Una vez que empiezo a visualizar de dónde vienen mis traumas, por qué me pasa lo que me pasa, por qué soy quién soy, tengo la necesidad vital de escribir sobre ello”.

Además, el contexto de esta nueva forma de expresar sus vivencias más difíciles, fue en medio de la pandemia por el COVID 19, durante este periodo padeció una depresión debido al encierro y explica que dentro del privilegio que vivió “de no enfermar, de no tener nada grave y poder estar trabajando desde casa, fue impactante lo rápido que estaba totalmente destruida”.

Desde esa destrucción ya no tenía miedo a decir nada, pensó que a través de sus canciones podía expresarse y contar algo que no se había atrevido a hacer, “y sentía algo que he dicho muchas veces: la canción es un escudo, a través de la canción me siento capaz de hacer lo que sea”.

Es por esto que el disco se lo dedica a su psicóloga, Paula, quien a través de “ese trabajo que hizo conmigo, me generó herramientas para entender lo me estaba sucediendo, eliminar la culpa desde ahí y poder vivir con mi pasado, sin juzgarlo, ni machamarme más por ello, sino conviviendo con él”.