México vive una emergencia silenciosa en salud mental sin recursos suficientes

El PVEM urge triplicar los recursos para salud mental ante el aumento de trastornos y suicidios en el país.

El Partido Verde en el Senado de la República advirtió que los trastornos mentales y las adicciones continúan en aumento, tanto en México como a nivel mundial; sin embargo, el presupuesto público sigue sin reflejar la gravedad del problema, lo que demuestra una falta de prioridad institucional en esta materia.

Pese a los esfuerzos del Gobierno federal, el presupuesto destinado a salud mental representa apenas 3.19% del gasto total en salud.

Ante esta realidad, la bancada ecologista solicitó a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados una ampliación significativa de los recursos para el rubro.

La solicitud se presentó en el marco de la discusión del Paquete Económico 2026, con el objetivo de garantizar atención oportuna, digna y accesible para toda la población mexicana.

Las y los legisladores del Partido Verde recordaron que la salud mental debe reconocerse como un derecho humano fundamental, conforme lo establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con la OMS, más de mil millones de personas en el mundo —14% de la población global— padecen algún trastorno mental, además, 71% de quienes enfrentan psicosis no reciben ningún tipo de atención médica.

En el caso de México, los trastornos más frecuentes son la ansiedad (52.8 %) y la depresión (25.1 %), según el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó 8 mil 837 suicidios en 2023, cifra que convirtió esta causa en la decimonovena más común de muerte en el país.

Este fenómeno refleja el impacto silencioso pero profundo de los padecimientos mentales entre la población, por lo que las y los legisladores destacaron que una sesión de terapia psicológica puede costar entre 500 y 2 mil pesos en México.

A esto se suma el gasto mensual en medicamentos psiquiátricos, que supera los 3 mil pesos, lo cual vuelve la atención especializada inaccesible para millones de familias.

El Partido Verde planteó que el gasto en salud mental debe triplicarse para enfrentar de forma efectiva la magnitud del problema; además, subrayaron la necesidad de fortalecer a la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, como instancia clave en la coordinación de políticas públicas.

Según datos presentados por los senadores, el presupuesto total del Ramo 12 “Salud” ha caído más de 68% desde 2023. A pesar de ello, el presupuesto específico para salud mental solo muestra un aumento nominal de 1.23% para 2026, sin ajuste por inflación.

Las y los legisladores reconocieron los esfuerzos del Gobierno federal por evitar recortes drásticos en esta área; no obstante, señalaron que los recursos actuales continúan siendo insuficientes frente al impacto económico, social y humano que generan los trastornos mentales.

“Invertir en salud mental es invertir en la productividad, la cohesión social y el bienestar de las familias mexicanas”, afirmaron las y los legisladores ecologistas.