La iniciativa es impulsada por un diputado de Morena
La creciente cifra de accidentes viales protagonizados por motociclistas en Sinaloa ha encendido las alertas en el Congreso del Estado, donde se discute una iniciativa impulsada por el diputado Kristiam Espinoza para establecer un marco legal más riguroso en materia de movilidad y seguridad vial.
La propuesta busca armonizar la legislación local con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial a nivel nacional, especialmente en lo referente al artículo 50, y responde al aumento sostenido del parque vehicular de motocicletas en la entidad, así como a la frecuencia con que se ven involucradas en siniestros.
“En Sinaloa está creciendo el número de motos, pero también los accidentes donde se ven involucradas. Es un fenómeno visible, que todos hemos presenciado en nuestras calles. No podemos seguir ignorándolo”, afirmó el legislador local.
Entre los puntos clave de la iniciativa se encuentra la obligatoriedad del registro de motocicletas, ya que actualmente los vendedores no están obligados a reportarlas ante Hacienda, lo que impide tener un padrón confiable. Esto dificulta su regulación y contribuye al uso irregular del vehículo, sostuvo Espinoza.
Además, se contempla que el uso de casco sea obligatorio, que se refuercen las campañas de educación vial, incluso desde las escuelas, y que se regulen los límites de velocidad y la aplicación del alcoholímetro. Aunque las sanciones no se establecerán en la ley directamente, sí se prevé que los reglamentos correspondientes emitidos por Seguridad Pública y las autoridades viales estipulen consecuencias claras en caso de incumplimiento.
“El objetivo no es castigar, sino crear un ecosistema de movilidad más armonioso, donde todos los actores —peatones, ciclistas, motociclistas y automovilistas— convivan con mayor seguridad”, explicó.
La propuesta, que este martes tendrá su segunda lectura en el Pleno, será dictaminada por la Comisión de Desarrollo Urbano y Movilidad. El legislador subrayó que la intención es clara: salvaguardar vidas humanas y prevenir tragedias, en lugar de reaccionar a ellas.