El Papa Francisco, quien ha permanecido hospitalizado durante cinco semanas, recibirá el alta este domingo, según confirmaron sus médicos. Tras este tiempo, regresará al Vaticano, donde iniciará un período de convalecencia que se espera dure al menos dos meses.
Antes de regresar a su residencia, el Papa tiene planeado hacer su primera aparición pública desde su ingreso, en un gesto de cercanía hacia los fieles. Será durante el Ángelus, donde desde la ventana de su habitación en el hospital Gemelli en Roma, saludará y bendecirá a los presentes.
A los 88 años, el Pontífice fue hospitalizado el 14 de febrero debido a una grave infección respiratoria, lo que requirió un tratamiento intensivo y en constante ajuste. Su historial médico, que incluye una pleuresía en su juventud y la extirpación de parte de un pulmón, lo hace más susceptible a complicaciones pulmonares.
Esta hospitalización ha sido la crisis de salud más seria que ha enfrentado en sus 12 años de papado, marcando el período más largo sin aparecer en público desde que asumió el liderazgo de la Iglesia Católica en 2013. A pesar de las dificultades, el Vaticano ha emitido comunicados de optimismo, destacando avances en su recuperación, como la reducción del uso de oxígeno de alto flujo.
Un alto cardenal del Vaticano señaló que aunque el Papa está mejorando, podría requerir tiempo para «reaprender a hablar» debido al impacto del oxígeno. El cardenal Víctor Fernández aseguró que su condición física general sigue siendo buena, similar a la que tenía antes de su ingreso hospitalario.
El regreso de Francisco al Vaticano se anticipa para coincidir con la reunión prevista con el rey Carlos III del Reino Unido el 8 de abril, lo que subraya los planes de recuperación a largo plazo del Papa.